Las fórmulas magistrales suelen prescribirse cuando el principio activo no se fabrica por no ser rentable, cuando hay desabastecimiento de un medicamento, cuando la dosis necesaria es distinta de la estándar o la forma de administración requerida no está disponible, o bien cuando se precisa de una formulación especial debido a alergias, diabetes o intolerancias, sensibilidad química o alergia a determinados medicamentos.